Tras una reunión este lunes con la dirigencia de la Comisión de Fútbol del club Wilstermann, el técnico español Manolo Alfaro informó que en ningún momento se le pidió que deje el cargo y continuará con su trabajo en la ciudad de Cochabamba, donde el pasado domingo los rojos fueron derrotados por Real Potosí (0-2).
"Nadie me pidió nada, les dije que si los dirigentes deciden que prescindirán del director técnico me lo comentarán", declaró Alfaro en horas de la tarde, y con el panorama esclarecido proseguirá con la preparación para el compromiso del sábado (18:00) frente a Sport Boys en el estadio "Félix Capriles".
Wilstermann lleva seis compromisos consecutivos sin ganar; tres fueron empates y las otras tres derrotas, tanto de local como de visitante. En los recientes días la afición responsabilizó a Alfaro por esta mala campaña y a los jugadores extranjeros, y no faltaron las amenazas de muerte por intermedio de mensajes de texto a los celulares. Por precaución abandonaron el escenario el domingo en una patrulla de la Policía.
Sobre la posibilidad de que Alfaro presente su renuncia al cargo, éste respondió que: "No creo que nadie vaya a escuchar de mi renuncia, renunciar sería un acto de cobardía. He sido futbolista y esta presión la he vivido".
El despido como la rescisión de contrato representa para el empleador como el empleado romper el contrato y pagar una elevada suma de dinero, y ninguno quiere dar el primer paso.
Los dirigentes conversarán de nuevo con los jugadores por los malos resultados, antes del partido contra los realistas se mencionó que correrían sanciones económicas, pese al rechazo de los futbolistas y en el pago del sueldo del próximo mes se haría el descuento.
Los rojos volverán a las prácticas, siguiendo en duda la participación del arquero Hugo Suárez y Martín Belforti por lesión. Mientras Gerardo García Berodia está recuperado, ingresó en el complemento y aportó orden a la mitad del campo. Para enfrentar a Sport Boys iría desde el inicio.