“En el fútbol no hay nada escrito, no se puede decir que todo está liquidado porque no es así”, dijo el DT Wilson Gutiérrez durante la conferencia de prensa después del partido, el domingo.
El colombiano es el primero en creer todavía en las opciones de su equipo. De los ocho partidos que le quedan a Oriente, solo tres serán en el interior. Este jueves se viene uno bien difícil en la Villa Imperial, ante Real Potosí.
“Nosotros la tenemos clara; vamos a pelear hasta el último partido”, señaló el venezolano José Alí Meza, uno de los más regulares en el equipo y autor del empate (1-1) ante Bolívar.
Su compañero en ataque, Carmelo Algarañaz, admitió que el plantel está dolido, pero no caído. Ganando este jueves, independientemente de lo que ocurra con Bolívar y The Strongest, que son los punteros, Oriente se meterá otra vez en la lucha.
En el reinicio de prácticas, este lunes los jugadores se reunieron en la cancha por unos minutos para hacer una autocrítica y analizar lo que se viene. Los que jugaron ante Bolívar se sumergieron en la piscina para relajarse un poco, mientras que el resto del equipo realizó una labor más exigente.
Óscar Ribera, que fue titular en reemplazo de Carlos Áñez, se mostró confiado en la suerte de su equipo en el futuro. Dijo que el panorama está complicado, pero que es reversible. “A partir de ahora todos los partidos van a ser finales”, manifestó el lateral.
