El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Carlos Chávez, retornó de Asunción, Paraguay después de participar en una reunión que convocó la Confederación Sudamericana de Fútbol, el directivo aseguró que es respetuoso para acudir a cualquier convocatoria que se le haga en los siguientes días.
Chávez quien está en el ojo de la tormenta por el escándalo que se desató en la FIFA por un millonario caso de soborno que salpicó al directivo federativo, de acuerdo con las investigaciones del FBI, el pasado viernes fue citado por el Ministerio Público en la ciudad de Sucre, donde debía declarar.
El directivo fue citado por cuatro delitos, beneficios con relación al cargo, organización criminal, legitimación de ganancias ilícitas y uso indebido de influencias, pero no pudo acudir a la cita debido a que con antelación tenía programado el viaje a Paraguay. Desde el aeropuerto de Viru Viru, donde el jueves fue retenido por algunos minutos, el directivo mostró su extrañeza y su abogado (Jerjes Justiniano), aseguró que no estaba en planes "de mi cliente" dejar el país.
El máximo directivo de la Federación, además de ser el tesorero de la Conmebol, declaró a los medios locales que espera que todo se acabe, y que además una intervención al fútbol de parte del Gobierno nacional sería algo que marcaría un mal precedente a la FBF y que la dejaría marcada.
El viernes el Ministerio Público suspendió la audiencia a la que debía presentarse Chávez, además fueron convocados para el lunes y martes el primer y segundo vicepresidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Fernando Humérez (titular de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano) y Jorge Justiniano (presidente de la Asociación Nacional de Fútbol) y el directivo Pedro Zambrano.
Para la ocasión también anticipó su presencia el actual tesorero de la FBF, Walter Zuleta, quien dijo que se presentaría a declarar de manera voluntaria.