El nuevo seleccionador boliviano de fútbol, Julio César Baldivieso, afirmó este lunes que hubiera preferido no debutar en el cargo contra Argentina rival con que el que jugarán un partido amistoso el próximo viernes.
"No hay que mentirle a la gente, el del próximo viernes es un partido que yo no hubiese querido jugarlo, pero es un partido que ya estaba pactado por la Federación y hay que cumplirlo", declaró.
Las selecciones de Bolivia y Argentina se enfrentarán este viernes en Houston.
Será el único partido amistoso de los bolivianos antes del comienzo de las eliminatorias sudamericanas del Mundial del 2018.
Baldivieso convocó el viernes pasado a 21 jugadores, que se concentrarán y entrenarán en Santa Cruz antes de viajar el miércoles hacia Estados Unidos.
"Espero que tengan paciencia. Generalmente los resultados no vienen de la noche a la mañana. Siempre tienen un proceso importante", dijo Baldivieso, ex jugador del equipo que en 1994 jugó el Mundial de Estados Unidos, el último disputado por Bolivia.
Baldivieso asume la conducción de la Verde en medio de una grave crisis de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Los doce equipos de la primera división y los de la segunda revocaron hace una semana el mandato del presidente de la FBF, Carlos Chávez, que está preso en Santa Cruz desde el 21 de julio, como resultado de una investigación de la Fiscalía General sobre supuestos actos de corrupción en esa entidad.
Sin embargo, la Conmebol emitió hace unos días un comunicado en el que no reconoció los efectos de la reunión de los dirigentes que revocaron el mandato a Chávez y, al mismo tiempo, resolvieron que el presidente de la Liga y primer vicepresidente de la FBF, Marco Ortega, asuma interinamente su cargo.
Ortega dijo que no entiende que todavía haya algún dirigente boliviano que apoye a Chávez porque si seguía entonces el Comité Ejecutivo de la FBF debería reunirse en Palmasola para tomar desde allá las decisiones para reformar el fútbol boliviano.
También lamentó que la nueva directiva de la FBF, elegida por los dirigentes la semana pasada y que encabeza, no pueda trabajar y que la selección se encuentre "sin un centavo de plata" para trabajar en su preparación para el proceso de las eliminatorias mundialistas.
"¡Es una vergüenza!", espetó Ortega.
"No hay que mentirle a la gente, el del próximo viernes es un partido que yo no hubiese querido jugarlo, pero es un partido que ya estaba pactado por la Federación y hay que cumplirlo", declaró.
Las selecciones de Bolivia y Argentina se enfrentarán este viernes en Houston.
Será el único partido amistoso de los bolivianos antes del comienzo de las eliminatorias sudamericanas del Mundial del 2018.
Baldivieso convocó el viernes pasado a 21 jugadores, que se concentrarán y entrenarán en Santa Cruz antes de viajar el miércoles hacia Estados Unidos.
"Espero que tengan paciencia. Generalmente los resultados no vienen de la noche a la mañana. Siempre tienen un proceso importante", dijo Baldivieso, ex jugador del equipo que en 1994 jugó el Mundial de Estados Unidos, el último disputado por Bolivia.
Baldivieso asume la conducción de la Verde en medio de una grave crisis de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Los doce equipos de la primera división y los de la segunda revocaron hace una semana el mandato del presidente de la FBF, Carlos Chávez, que está preso en Santa Cruz desde el 21 de julio, como resultado de una investigación de la Fiscalía General sobre supuestos actos de corrupción en esa entidad.
Sin embargo, la Conmebol emitió hace unos días un comunicado en el que no reconoció los efectos de la reunión de los dirigentes que revocaron el mandato a Chávez y, al mismo tiempo, resolvieron que el presidente de la Liga y primer vicepresidente de la FBF, Marco Ortega, asuma interinamente su cargo.
Ortega dijo que no entiende que todavía haya algún dirigente boliviano que apoye a Chávez porque si seguía entonces el Comité Ejecutivo de la FBF debería reunirse en Palmasola para tomar desde allá las decisiones para reformar el fútbol boliviano.
También lamentó que la nueva directiva de la FBF, elegida por los dirigentes la semana pasada y que encabeza, no pueda trabajar y que la selección se encuentre "sin un centavo de plata" para trabajar en su preparación para el proceso de las eliminatorias mundialistas.
"¡Es una vergüenza!", espetó Ortega.