La prensa deportiva de Santa Cruz esperaba desde las 16:00 horas la llegada del capitán de la selección, Ronald Raldes, al salón Soho del hotel Buganvillas. En los pasillos ya se escuchaba que el dueño del cintillo de la Verde, desde hace dos eliminatorias, se iba. No era un hecho menor, a pocos días de disputar la primera fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, Bolivia se quedaba sin su 'comandante' en el terreno de juego.
Cuando el reloj marcaba las 16:30, Raldes llegó con su representante. El zaguero, que estaba vestido completamente de negro, saludó a la prensa deportiva. Los periodistas esperaban con ansias el anuncio oficial del defensor que estuvo vistiendo la camiseta de Bolivia hace 15 anos. "Buenas tardes, buenas tardes", fueron las últimas palabras que dio como seleccionado nacional a los periodistas que han seguido su trabajo a los largo de este tiempo.
Raldes se sentó solo en una mesa de aproximadamente tres metros de largo, esperó uno segundos hasta que los camarógrafos encendieran sus cámaras e hizo el anuncio en medio de lágrimas. "Hoy dejó de ser jugador de la selección nacional", indicó Raldes. No lograba leer el escrito que llevó preparado, pues la emoción hacía que su voz se le quebrantara y no lograba levantar la mirada.
"Quiero agradecer a todos los cuerpos técnicos que confiaron en mí. Para empezar a Carlos Aragonés, quien me dio la oportunidad de debutar", expresó emocionado el excapitán de la Verde. En la conferencia también hizo una mención especial a los entrenadores Jorge Habegger, Ovidio Mesa, Ramiro Blacutt, Nelson Acosta, Erwin Sánchez, Gustavo Quinteros, Xabier Azkargorta, Mauricio Soria y a sus cuerpos técnicos.
El capitán aseguró que se va feliz por haber entregado todo en cada uno de los partidos, pero lamentó que no hubiera logrado, en 15 anos, clasificar a un mundial. "Me voy triste por no haber conseguido ir al Mundial (con la Verde)", afirmó. Después de terminar de leer el texto que tenía en las manos, accedió a una serie de preguntas de los periodistas deportivos.
Raldes se despidió en un acto sencillo, sentado en una mesa solo y sin muchos aplausos, porque en su adiós solo se encontraban periodistas que hacían su trabajo. Después como si fuera un día normal de entrenamiento con su equipo, Oriente Petrolero, dio entrevistas a aquellos que se le requirieron. !Adiós capitán!.
Cuando el reloj marcaba las 16:30, Raldes llegó con su representante. El zaguero, que estaba vestido completamente de negro, saludó a la prensa deportiva. Los periodistas esperaban con ansias el anuncio oficial del defensor que estuvo vistiendo la camiseta de Bolivia hace 15 anos. "Buenas tardes, buenas tardes", fueron las últimas palabras que dio como seleccionado nacional a los periodistas que han seguido su trabajo a los largo de este tiempo.
Raldes se sentó solo en una mesa de aproximadamente tres metros de largo, esperó uno segundos hasta que los camarógrafos encendieran sus cámaras e hizo el anuncio en medio de lágrimas. "Hoy dejó de ser jugador de la selección nacional", indicó Raldes. No lograba leer el escrito que llevó preparado, pues la emoción hacía que su voz se le quebrantara y no lograba levantar la mirada.
"Quiero agradecer a todos los cuerpos técnicos que confiaron en mí. Para empezar a Carlos Aragonés, quien me dio la oportunidad de debutar", expresó emocionado el excapitán de la Verde. En la conferencia también hizo una mención especial a los entrenadores Jorge Habegger, Ovidio Mesa, Ramiro Blacutt, Nelson Acosta, Erwin Sánchez, Gustavo Quinteros, Xabier Azkargorta, Mauricio Soria y a sus cuerpos técnicos.
El capitán aseguró que se va feliz por haber entregado todo en cada uno de los partidos, pero lamentó que no hubiera logrado, en 15 anos, clasificar a un mundial. "Me voy triste por no haber conseguido ir al Mundial (con la Verde)", afirmó. Después de terminar de leer el texto que tenía en las manos, accedió a una serie de preguntas de los periodistas deportivos.
Raldes se despidió en un acto sencillo, sentado en una mesa solo y sin muchos aplausos, porque en su adiós solo se encontraban periodistas que hacían su trabajo. Después como si fuera un día normal de entrenamiento con su equipo, Oriente Petrolero, dio entrevistas a aquellos que se le requirieron. !Adiós capitán!.