El ahora exentrenador de San José, Álvaro Peña, ayer luego de llegar a un buen acuerdo con la dirigencia del club orureño, para la disolución de su contrato, aseguró que tomó esa determinación por presión de la hinchada.
Dijo que nunca antes había tenido tanta presión en contra, "fui jugador profesional y sé cómo es esto, estuve en la selección y conozco este tipo de presiones, pero nunca antes había experimentado algo así, lo peor es que no tuve el apoyo de los dirigentes como corresponde", dijo.
Por otra parte aseguró que se marcha con la frente en alto, porque considera que no se puede hacer una evaluación de su trabajo, cuando ni siquiera el torneo comenzó. "Me marcho con la conciencia tranquila, trabajamos bien, tuve a mi cargo un equipo nuevo en su mayoría y lastimosamente pocos son los dirigentes que saben de los procesos en el país".
Álvaro Peña había comenzado el trabajo de pretemporada el 16 de junio, ilusionado en realizar una buena labor para sostener buenas presentaciones en los torneos de la Liga y la Copa Sudamericana, ello basado en el cariño que le tenía la gente en Oruro porque sin duda que marcó historia defendiendo la casaca "santa", sin embargo los malos resultados en los partidos de preparación, ocasionaron que Peña al final termine su siclo al frente del equipo, antes que comience el torneo.