Debido a la agresión que sufrió el árbitro asistente, el orureño Bruno Martínez, los jueces piden un estricto control de seguridad antes, durante y después de los compromisos oficiales de la Liga y de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), asimismo reclaman un mejor trato económico.
"La seguridad es importante, no podemos permitir que se repita lo que sucedió en Sucre. Cualquier actor del fútbol está en riesgo (jugadores, dirigentes, periodistas y público) y hay que trabajar en un mayor control", declaró el presidente de la Comisión Nacional de Arbitraje, Marcelo Ortubé.
Por su lado, la Asociación Boliviana de Árbitros de Fútbol tomó la postura de ingresar en paro de actividades y en su circular se indica que ninguno de sus afilia-
dos dirigirá los cotejos de la Liga y de la asociación hasta que exista el compromiso de brindar medidas de seguridad para evitar que los colegiados vuelvan a ser agredidos.
"Por lo que sucedió en Trinidad no pudimos reunirnos con la dirigencia ni conversar sobre este asunto, pero en estos días acordaremos una cita para volver a dirigir a la Liga con las garantías que sean necesarias", agregó
Ortubé.
A causa del ataque que sufrió Martínez y sus compañeros al final del compromiso entre Universitario de Sucre y Bolívar en Sucre, llegó a la mesa de discusión el tema de los sueldos. "En Sudamérica el árbitro boliviano es el que menos recibe, ya se elaboró una propuesta para que la Liga y la federación analicen y mejoren las condiciones", explicó Ortubé.
No se dio a conocer cuánto de incremento están pidiendo los árbitros, pero se supo que sus ingresos varían de acuerdo a los cotejos que dirigen, existe una diferencia entre partidos de la Liga y de las asociaciones, el rango está desde los 400 bolivianos hasta los 1.400.
