Hace diez años que Leeb se retiró como futbolista y dedicó su tiempo a la dirección técnica, este fue su primera corona en este cargo en su tercer equipo boliviano que dirigió. Antes trabajó con Universitario y Nacional Potosí sin mucho éxito, pero con Sport Boys las cosas fueron diferentes porque los planes que trazó con su asistente técnico, Sergio Apaza, fueron respaldados por la dirigencia.
"Vinimos con un objetivo y lo logramos, tuvimos que tomar decisiones importantes a lo largo de este tiempo y siempre encontramos apoyo de parte de la dirigencia y sólo queda felicitar a los jugadores, a los dirigentes y a todos los que confiaron en nuestro trabajo", indicó Leeb.
La carrera para llegar al primer puesto no fue nada sencilla, el "toro" enfrentó a los "grandes" de la Liga y les arrebató puntos de visitante y de local, además tuvo que soportar las acusaciones de ser favorecidos por los árbitros y se vio involucrado en una pelea contra el cuerpo técnico de Universitario en Sucre.
"Hicimos realidad nuestros sueños, hay que seguir soñando de aquí en adelante, porque si uno no sueña no tenemos vida", indicó Leeb sobre el futuro que tendrá el cuadro de Warnes ahora que es el representante boliviano para la Copa Libertadores de América 2017.
Leeb transmitió su experiencia a los jugadores, pero en este trabajo en conjunto otro aporte valioso vino de parte de Apaza, cuya inclusión fue por determinación de la dirigencia, presidida por Carlos Romero, quien a pesar a su condición de Ministro de Gobierno, se dio tiempo para dar las mejores condiciones al grupo.
Pocos son los seguidores de Sport Boys, pero grande fue su alegría y el festejo luego de vencer a Ciclón y llegar a los 45 puntos que provienen de 14 victorias y tres empates, con 33 goles a favor y 17 en contra.
